Llegan estas fechas y con ellas el inevitable balance del año. Son muchas las cuentas que hacemos, que hicimos bien, que hicimos mal, que debemos mejorar más aún.

Pero para mi este es el mejor momento para trazar la estrategia para el año que se viene. Cual es nuestra mayor prioridad? Cuales son los caminos que nos llevaran a conseguirla? Es el momento de diseñar el plan de ruta, es aquí donde comienza todo.

La vista siempre puesta en la meta y mirando el camino de vez en cuando para hacer las correcciones, pero tener siempre presente hacia donde nos dirigimos, si nos torcemos un poco volvemos al camino original. Esto que parece tan obvio, termina siendo uno de nuestros principales traidores, sabemos que queremos, sabemos como hacerlo, pero en mitad de nuestro camino empiezan a surgir otras cosas que nos distraen que terminan distorsionando nuestra visión original.

Tomemos unos minutos en calma y solos para reflexionar sobre donde queremos estar en estas fechas el año que viene, hacerlo visualizando con todos los sentidos, como sintiendo que ya está pasando, fijemos una meta ambiciosa.

No me pregunten por que, pero cuando uno toma este camino, pareciera que todo se alineara para poder cumplirse. Nosotros somos los constructores de nuestro destino, cada vez tengo menos dudas, hay que hacer más y esperar menos. Después de todo, no es más que tener la vocación de servicio a flor de piel, haciendo las cosas correctas, en el sentido correcto, seguramente se genere una onda de sintonía con todo nuestro entorno.

No son formulas mágicas, son las mismas formulas que nos proponen desde el inicio mismo de la humanidad y que tanto nos cuestan aceptar, por ser simples, porque parece que aveces nos gusta demasiado complicar las cosas.

Les deseo unas muy felices fiestas y un 2014 pleno, a tomar la acción, a esperar menos y a ofrecer más.

Si no es hoy, cuando? Si no somos nosotros, quien?

Vamos por Más!

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