La capacitación como oportunidad de negocio

Hace siete años, en la empresa en la que me desempeño como Gerente Comercial, lancé una propuesta a la Directora, expresándole mi idea de incorporar una jornada para intercambiar con nuestros clientes. Como ustedes han leído en mis anteriores post, siempre he pensado del lugar preponderante que ocupa el cliente en cualquier empresa, como un aliado de mi negocio o como un verdadero socio del mismo.

La idea fundamental que me guiaba a presentar dicha propuesta, era crear un ámbito de intercambio directo con nuestros clientes, conocer a los que no conocíamos, volvernos a conocer con quienes interactuamos alguna vez y por sobre todas las cosas, que todos nuestros clientes tuvieran la posibilidad de conocernos, que supieran que no nos escondíamos detrás de un teléfono o un mostrador.

Así fue que nos dieron nuestra oportunidad, en un principio como todas las cosas que pretenden innovar dentro de una organización, se crearon las resistencias naturales, "Quien va a querer participar?", "Que empresa le va a permitir a sus empleados, perder un día de trabajo", "Cuanto dinero vamos a destinar a esto?", "Quien me asegura un retorno y en cuanto tiempo?", "Ya teníamos poco trabajo para agregarnos más por el mismo precio".

Para mi esas eran tan solo excusas, salí con la idea fija en mi cabeza y me procuré juntar con quienes se ofrecían a tirar de este carro, incluso incorporando algún joven colaborador para ayudarme con la convocatoria.

Tenía una oportunidad y no podía desperdiciarla. Así fue que se me autorizó a organizar un lanzamiento para nuestra temporada en Maldonado, en donde tenemos una sucursal. Todavía recuerdo el tremendo desafío y me emociono, era mi carta de presentación para una empresa que recién hacia 6 meses me conocía y me apoyaba en una idea que parecía muy loca. "Quien va a querer ir a un lanzamiento de una empresa en Punta del Este si están para otra?", "No es mejor hacer publicidad en televisión?"

Es así que se convirtieron esos momentos previos en el Hotel la Capilla, en inolvidables, los nervios me cortaban la respiración, estaba muy cansado, había ido a tocar la puerta de cada organización, de cada corporación, horas de teléfono, de conocer gente y todo se definía en un rato. La historia ya es conocida, el evento fue todo un éxito, incluso con algún representante oficial del gobierno departamental y nacional, con una gran cobertura de medios de Maldonado (Los cuales hoy son todos clientes de la empresa y por el cual canje mediante, conseguimos la difusión que en esos días era inviable económicamente). Como cualquier proyecto, después del éxito lo demás viene solo, la colaboración y sobre todas las cosas, convertir el descrédito en un creer absoluto en nuestras posibilidades.

De allí en más la propuesta fue hacer un evento anual en Montevideo, a donde pertenece nuestra casa matriz, con el mismo espíritu, compartir con nuestros clientes y en este caso capacitarnos juntos, con expositores de todo el continente, en un lindo lugar, bien ambientado y con un excelente despliegue gastronómico. Nuestros clientes se han vuelto nuestros aliados y devoramos sus encuestas de satisfacción al terminar la jornada, deseando mejorar en el próximo. Una idea simple, si se capacitan y entienden la importancia que tienen en su organización, terminará beneficiando nuestra relación con los clientes, quienes por añadidura en algún momento nos solicitaran nuestros servicios. El resultado un 34 % de ventas extras, directamente relacionadas con el desarrollo del seminario.

Hoy la historia sigue, ya estamos en el 5° Seminario de Actualización Empresarial, otros tantos lanzamiento en Maldonado, pasando por el festejo de los 80 años, en el Teatro Solis a teatro lleno. Cada día seguimos sintiendo ese cosquilleo antes de iniciar y bienvenido sea.

Primera comprobación, no hay mejor camino que el estar en contacto permanente con los clientes.

Segunda comprobación, no hay nada más importante, que aportar capacitación a quienes integran la línea de fuego de nuestras empresas, ese es el camino para la mejora, hasta por un fin egoísta, interactuar con otras personas en un curso, siempre nos hace ver como las empresas para las que trabajamos hacen bien las cosas y ese poder intercambiar con otros pares, nos fortalece, nos hace crecer y el último beneficiario son los clientes, quien en definitiva son quienes pagan nuestros sueldos.

Ese parece ser el camino, capacitar, capacitar, capacitar y más capacitar.

Aprovecho entonces a recomendarles el proyecto de los amigos Leticia y Mauro, quienes desde http://feedback.edu.uy/ apuestan a ello, gente joven con polenta, quienes inauguran un proyecto propio, con varios talleres que podemos hacer sin costo y los cuales les invito a consultar en su página.

Normalmente quienes nos dicen que no se puede, son interrumpidos por alguien que lo está haciendo. Que cierto...

Twitter @joselogarcia123

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